Hay malestares y enfermedades que nos visitan con cierta frecuencia y justamente como son pasajeros según cada persona, se tiende a contar con determinados fármacos en casa de los que se pueden adquirir sin prescripción para consumirlos cuando los síntomas se hacen presentes.
Sin embargo este tipo de práctica debe reducirse al máximo debido a que los fármacos están diseñados para actuar sobre ciertas sintomatologías y enfermedades en pro de aliviarlas, pero cuando no existen indicaciones médicas estos pueden tener efectos adversos que también debemos conocer para detectar si está mejorando o complicando aún más nuestra salud.
Los antibióticos no curan todos tus males
Lejos de creer que un antibiótico como la amoxicilina es ideal para curar todos los malestares que se presentan o para anticiparse en erradicar una posible infección, debes saber que se trata de un fármaco para tratar algunas infecciones pero que no es recomendado para gripes o infecciones de origen viral.
Antes de ingerir la amoxicilina es importante que tu médico realice una evaluación de tu condición física y conozca algunos antecedentes de tu salud, ya que pueden existir reacciones adversas en personas que tienen asma, que padecen de enfermedad renal o en mujeres e estado de embarazo. De igual forma el médico debe saber si estas ingiriendo algún otro medicamento.
Este es un fármaco que solo debe tomarse cuando ha sido prescrito, de tal manera que hay que seguir cuidadosamente las instrucciones del médico.
Estas estarán vinculadas a los intervalos de cada toma que por lo general son de 12 horas, la dosis recomendada es una pastilla cada vez y la cantidad de días que tardará el tratamiento.
En este último punto hay que recalcar en que no por el hecho de que los síntomas han desaparecido se deben abandonar las tomas antes del periodo establecido, un error muy frecuente que cometen los pacientes y que origina posibles recaídas en virtud de que no se eliminan por completo las bacterias del organismo.
¿Se deben ingerir fármacos para la disfunción eréctil sin prescripción?
Los tratamientos para la impotencia están incluidos en el grupo de fármacos que actúan en la zona genital para mejorar el flujo sanguíneo, así como mejorar una serie de trastornos que afectan la potencia sexual del hombre.
En páginas especializadas en estos temas de salud masculina, por ejemplo Uomosalute, vas a poder conseguir información bastante valiosa sobre este tema y los fármacos que recomiendan los médicos para que puedas hacer tu vida sexual de forma normal.
Es de destacar que una de las principales recomendaciones es acudir a la consulta médica con el cardiólogo y con el urólogo, ya que son las especialidades que están vinculadas con las patologías que suelen provocar la disfunción eréctil, tales como problemas circulatorios o procesos inflamatorios en la próstata.
En tal sentido es lógico que se descarten o se determinen las causas de la impotencia masculina para después dar paso a la prescripción de tratamiento así como la correspondiente información al detalle de los beneficios y posibles efectos secundarios y para que el paciente se mantenga alerta ante la aparición de alguno de ellos.
Es importante destacar que estos fármacos actúan como vasodilatadores y por tanto están contraindicados cuando el paciente ha sido diagnosticado con insuficiencia cardiaca aguda u otras afecciones cardiovasculares como infarto agudo al miocardio.
De igual forma se debe prestar mucha atención a la dosis recomendada por el médico para evitar complicaciones cardiovasculares.
Cuidado con la automedicación
Mencionamos al principio del artículo que muchas personas tienen el hábito de automedicarse ante la aparición de ciertas molestias de salud, como un dolor de cabeza o malestar de gripe.
Sin embargo y para gozar de buena salud ahora y más adelante, es importante entender que los componentes de esos medicamentos que consumes sin ningún tipo de control médico te pueden conducir a la larga a sufrir efectos contraproducentes para el organismo.
Si por alguna razón te ves imposibilitado a la hora de solicitar la consulta médica, lo mínimo que debes hacer es buscar información de confianza sobre el fármaco que vas a consumir por decisión propia y que en efecto puedes adquirir en farmacias físicas u online sin necesidad de recomendación médica.
En tal sentido, la recomendación de un tercero que no es profesional de la medicina no vale como fuente de información por muchas razones, la principal es que no se trata de un médico y podemos añadir que no todos reaccionamos igual ante los componentes de un medicamento.
En cambio hay maneras de obtener información de confianza por medio de páginas web que se enfocan en todo lo que tiene que ver con los medicamentos, proporcionando a los usuarios con lujo de detalles cuales son los componentes, los efectos adversos, contraindicaciones y ejemplos con casos reales.
Por supuesto que nada sustituye a la revisión y prescripción de un médico, pero al menos cuentas con datos válidos para decidir si ingieres o no determinado medicamento por tu cuenta.